Hoy tuve la reunión por el comienzo de año de mi hija en el jardín, y eso me hizo darme cuenta de algo: nos estamos despidiendo del verano.
Es increíble cómo el tiempo vuela, ¿no? Entre los días de playa, las tardes de pileta y las noches calurosas, en un parpadear ya me estoy despidiendo de esta estación que amo.
Aprovechando este final que está llegando, y en sintonía con algunas cosas que estuve haciendo, quiero charlar en la entrega de hoy sobre algo que no está vinculado directamente a la moda, pero sí a los cuerpos que llevan esa moda. Es una conversación que me parece necesaria generar.
¿Arrancamos?
EL TEMA DEL VERANO:
No sé si durante diciembre, enero y febrero muchos pudieron escapar de esta pregunta:
¿TEAM WANDA O TEAM CHINA?
La industria de la farándula definitivamente se llevó el protagonismo y marcó la agenda de contenidos durante enero y gran parte de febrero. El wandagate, la China Suárez, Icardi, los hijos de una, los de otra, los abogados, los exs, los chimenteros, las historias de Instagram y todo un circo de elementos fueron LA NOVELA CENTRAL DE ESTE VERANO.
Un tema que captó la atención de las audiencias, independientemente de estratos económicos y, me animo a decir, perfiles intelectuales.
Salvo Iván de Pineda, seguramente deben ser pocos los que no se han involucrado, aunque sea un poquito, con este escándalo. Y, claramente, yo no fui la excepción.
Con esto no quiero decir que banco de ninguna manera algo de todo esto. Sinceramente, creo que es un grupo de gente desesperada y adicta a la atención. Y, por más que no sea algo que me interese demasiado, no niego ni afirmo haberme pasado algunas horas en Twitter viendo QUÉ PASABA.
Pero, como seguramente algunos supondrán, la idea de mis post de hoy no es convertirme en LAM ni en Intrusos.
El sentido por el cual traigo EL TEMA DEL VERANO en la edición de hoy es por otro motivo. Un motivo que hace mucho que no toco y del que creo que no me he extendido demasiado en el post, pero que sí he abordado en reiteradas ocasiones desde mis redes.
SI SE HABLA DE LOS CUERPOS…
Quizás no lo sepas, pero los cuestionamientos de los estereotipos de belleza que vinieron de la mano con el movimiento feminista fueron uno de los grandes disparadores de mi forma de ver la moda hoy en día.
Hasta 2017, aproximadamente, yo miraba y consumía moda con la línea de pensamiento mainstream. Solo me preocupaban las tendencias y, cuanto más importadas, mejor. Me vestía y estudiaba contenidos que hablaban de cosas como: "Vestirte según tu cuerpo", o un arsenal de “leyes” que te decían qué estaba bien y qué estaba mal llevar.
Juzgar y generar opinión acerca de lo que otros llevaban sentía que era parte fundamental de alguien que hablaba de moda. Estas eran solo algunas de las cosas que formaban parte de mi visión de la moda allá por 2013/14/15/16.
El movimiento feminista me atravesó. Me llegó en un momento clave, donde tenía ganas de cuestionar, y el cuestionamiento de los estereotipos corporales fue la primera bala que me entró.
PEQUEÑA HISTORIA PERSONAL DE VIVA LA MODA:
Allá por ese año, me iba muy bien en Instagram haciendo videítos con tips que había aprendido mientras estudiaba asesoramiento de imagen. Videos con títulos muy solicitados, incluso hoy en día, como: "¿Cómo vestirte según tu cuerpo?", "¿Cómo disimular tus caderas?", "¿Qué usar si tienes mucho busto?", y todo ese arsenal de títulos que seguramente muchas de ustedes se habrán cruzado a lo largo de interiorizarse en el mundo de la moda.
La cuestión es que estaba por empezar el verano, y como era habitual, hice un video de: "¿CÓMO ELEGIR EL TRAJE DE BAÑO PERFECTO TU PARA TU CUERPO?".
El video fue uno de los más virales de mi cuenta hasta el momento. Le había ido espectacular. La mayoría de los comentarios eran agradecimientos y preguntas vinculadas a lo que hablaba.
Pero hubo 2 o 3 comentarios que no me dejaron dormir esa noche que lo publiqué. Comentarios, algunos más violentos y otros menos, que me decían algo así como: "YO ME PONGO LO QUE SE ME CANTA, ¿QUIÉN TE CREÉS QUE SOS PARA VENIR A DECIRME QUÉ BIKINI ME TENGO QUE PONER EN EL VERANO?".
Y la bala entró.
Porque, si bien nunca me lo había cuestionado profundamente, sí tenía micro momentos. Y leyendo esos comentarios, descubrí que TENÍAN RAZÓN.
¿En qué momento había creído que yo tenía el derecho a decir qué sí y qué no, qué estaba bien y qué estaba mal?
Luego de ese video, empezó mi estudio profundo. Un estudio que me invitó a preguntarme todo, y más vinculado a la moda y el cuerpo. A no dar nada por sentado. Encontré explicaciones lógicas que me hacían entender muchas cosas vinculadas a cómo se daba el asesoramiento en general y la obsesión de estilizar antes que de disfrutar el acto de vestir. Fue ahí donde empecé a aprender otras formas de ver la vestimenta.
Mi contenido en ese momento se basaba en decir que había UN CUERPO CORRECTO y que el resto de los cuerpos tenían que parecerse a ese. ¡Vaya pavada ¿no?! Pero así lo había aprendido, y así lo replicaba. Me resultaba imposible separar la ropa del cuerpo. No sabía hablar de ropa sin hablar de cuerpo.
La cuestión es que empecé a preguntarme ¿POR QUÉ? Y en eso emprendí un camino increíble del cual estoy muy orgullosa.
Ese camino me enseñó que NO EXISTEN CUERPOS CORRECTOS, SINO QUE TODOS LO SON. Me enseñó que existe una historia y una industria que se ha cansado de cuestionar el cuerpo, y sobre todo el femenino. Me enseñó que la moda era expresión y no imposición y muchas cosas mas que no puedo enumerar, sin que se me haga eterno este post.
pero ustedes se preguntaran...
¿QUÉ TIENE QUE VER ESTO CON EL WANDA GATE?
Mucho y nada a la vez.
Hace algunos días, Dove, la marca con la que trabajo hace muchos años y pionera en abrir la conversación acerca de LA BELLEZA REAL, me invitó a reflexionar sobre EL CUERPO Y EL VERANO.
Y automáticamente mi cerebro dijo:
¿QUÉ PASÓ ESTE VERANO?
La realidad es que he hablado mucho en mis redes, desde 2018 hasta acá, acerca de moda y estereotipos corporales. Me he cansado de decir que la moda habla de prendas y no de cuerpos, que todos los cuerpos son reales, y cosas así. Tanto lo he dicho que me he aburrido de mí misma.
En aquellos inicios del feminismo, era completamente revolucionario decirlo. Hoy, creo que es algo así como un STARTER PACK de cualquier persona que hable de moda con una mirada actual.
Es por eso que, hace un tiempo ya, mi contenido ha retomado el curso de la moda pura y dura, entendiendo que el tema del cuerpo es algo que un poquito habíamos superado.
PEROOOOO… ¿QUÉ PASÓ ESTE VERANO?
Y ahí viene la conexión.
Este verano me di cuenta de que AÚN HAY QUE SEGUIR REPITIENDO ESTOS MENSAJES.
Que haber avanzado y relajado en la difusión de este tipo de mensajes revive el monstruo, y en oportunidades, con más fuerza.
Y ahora sí, quiero ir de lleno al ejemplo.
Si consumieron un poquito del wanda gate, sobre todo por redes, ¿se animan a decirme?
¿CUÁNTOS COMENTARIOS HABLANDO ACERCA DEL FÍSICO DE LAS PROTAGONISTAS LEYERON EN ESTOS ÚLTIMOS MESES?
Que si es linda, que si es fea,
Que si tiene celulitis, que si es gorda, que si es fofa,
Que si tiene la boca hecha o que si se pone Photoshop en las fotos.
Como esos, guardo en mi retina un millón.
Y obvio que no solo de ellas.
También pienso en un hilo de Twitter que analizaba fotos del antes y después de la operación de Lolas de Tini, y así un montón de contenidos más.
Todo esto me hace preguntarme:
¿ACASO NO HABÍAMOS APRENDIDO YA
QUE NO EXISTEN CUERPOS BUENOS Y MALOS,
QUE TODOS LOS CUERPOS SON DIGNOS DE SER MOSTRADOS SOCIALMENTE?
Opinar sobre los cuerpos de otros, sean famosos o desconocidos, no solo es agresivo, sino que genera una sensación de que EXISTEN CUERPOS BUENOS Y CUERPOS MALOS.
Hacer, repetir, avalar o incluso reírnos por lo bajo de estos comentarios es un búmeran que nos viene en contra, fomentando una sociedad que se cree juez de opinar y hablar del cuerpo ajeno, y sobre todo, el cuerpo de las mujeres.
ENTONCES, MI CONCLUSIÓN DEL VERANO ES:
NO DEMOS POR TERMINADO EL PARTIDO ANTES DEL SILBIDO FINAL.
Militemos la diversidad corporal nuevamente, sobre todo en estos tiempos en donde parece estar de moda reinstalar batallas que ya creíamos ganadas.
Milita la diversidad corporal entre tus amigas, tu familia, tus compañeros de trabajo.
Milítala con adultos mayores (no hay casos perdidos), pero también con los más chicos.
No demos por sentada la batalla, porque en cualquier momento, puede volver.
Y antes de irme, les dejo una recomendación de un episodio que casualmente se cruzó conmigo en estos días y me parece interesante recomendar
🎧 RECOMENDACIÓN SEMANAL
Te sugiero que escuches el último episodio del podcast Letra Chica, donde junto a Brenda Mato hablamos justamente de esto:
Carmen 💕